Hoy mi amiga Ana me ha recordado por facebook -gracias, Ana- un post que escribí sobre «oir musica que suba tu energia», como dice ella. El artículo era Autoestima. Tu vida Color Esperanza. ¿Qué vas a hacer hoy para darle color?, donde se podía oir, como ella recuerda, la canción de Diego Torres, «Color Esperanza».
Escribí varios artículos más relacionados con la música y subir el ánimo: Autoestima: Música, emoción y Autoestima 1, con música de la película “La vida de Brian“, la de “Always look on the bright side of life” (Mira siempre el lado brillante de la vida). O el artículo Autoestima: Música, emoción y Autoestima 2, con «Ejercicios para la Autoestima: Los 5 puntos a tener en cuenta cuando vas a escuchar música«
Hoy he vuelto a escuchar estar 2 canciones, y he recordado una tercera que quisiea incluir (bueno hay muchas que incluiría). Me ha venido como una ráfaga a la cabeza. He visto muchas películas infantiles (es lo que tiene tener niños) y hay cintas de todo (las que merecen la pena y mucho, y las que no, nada). Hoy he recordado una de ellas y su canción «levanta ánimos» del gran Phill Collins. Es una de mis películas favoritas: Hermano Oso. La música se llama «En marcha estoy«.
Has visto la película? En mi opinión es muy buena. Es de dibujos animados (con canciones de Phill Collins -quizá eso te anime más a verla). Yo la recomiento. Algunos la consideran una película para niños (que también), pero tiene un gran mensaje para todos los adultos. Sobre todo para aquellos que han escondido su niño interior.
En este vídeo que os adjunto, y en sólo 3 minuto, nos enseña cómo a quien tiene un buen ánimo, ni el más amargado de los mortales se lo puede quitar. Y cómo cambiar de perspectiva, anticiparse a las circunstancias, ser creativos y tener buen humor hace la vida feliz.
La Sinopsis de la peli: En los bosques del noroeste americano vive un niño indio, Kenai, cuya vida sufre un giro inesperado cuando los Grandes Espíritus lo transforman en un oso, el animal que más odia. Kenai se hace amigo de un osezno llamado Koda y se propone recuperar su forma humana. Mientras, su hermano (que no sabe que Kenai es ahora un oso) lo persigue para cumplir una misión de venganza en la que está en juego el honor familiar.
Os recuerda esto a algo o a alguien de la vida real? Alguien que se ha convertido a lo largo de los años en alguien que no le gusta e incluso odia? O al revés, -como se ve en la mitad de la película-, a alguien está realizando su sueño y los de alrededor, que no lo ven, quieren pararle, a veces por protegerte y otras veces por envidia y odio, quieren hundirle?
Ya me diréis qué os parece este vídeo y las reflexiones de este post:
«Autoestima: ¡Sí! En marcha estoy″