Soy el amo de mi destino
Lectura: 2 min. Reflexión: toda la vida
“Soy el amo de mi destino,
soy el capitán de mi alma“.
Con esta frase termina el poema “Invictus” de William Ernest Henley, incluido en su libro “In Hospital” (1875).
Nelson Mandela conservó este poema durante su prisión en una hoja de papel, ayudándole a sobrellevar sus 27 años de encarcelamiento.
Esa es la frase final, la más conocida. Aquí reproduzco todo el poema. Hay muchas traducciones distintas. Yo he elegido esta.
Desde la noche que sobre mí se cierne,
negra como su insondable abismo,
agradezco a los dioses, si existen,
por mi alma invicta.
Caído en las garras de la circunstancia,
nadie me vio llorar ni pestañear.
Bajo los golpes del destino,
mi cabeza ensangrentada sigue erguida.
Más allá de este lugar de lágrimas
e ira
yacen los horrores de la sombra,
pero la amenaza de los años,
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el camino,
cuán cargada de castigo la sentencia.
Soy el amo de mi destino;
soy el capitán de mi alma.
Por William Ernest Henley
Os dejo una parte de la película “Invictus” de Clint Eastwood, donde se recita el poema.
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