Cómo ser un líder auténtico? Los líderes auténticos se mezclan, con líderes televisivos que arrastran a grandes masas pero que cumplen muy pocas de las características de un verdadero líder. El artículo, fácil de leer hace referencia a algunos ejemplos actuales mexicanos, y también ejemplos plausibles de grandes líderes políticos.
¿Líder Auténtico O De Tv?
Autor: Luis Conde Lopez
«El hábito no hace al monje, pero lo distingue», dice el refrán. Así, el líder debe proyectarse mediante su imagen, pero sobre todo, mediante sus hechos. A su imagen contribuye fundamentalmente su carisma, su elocuencia y sus capacidades de comunicación (hablar, escuchar y escribir). Sus hechos o actos – siempre apegados a la congruencia- deben hablar por sí mismos, pero complementados siempre con cuatro aspectos importantes en todas su actividades: Debe educar (enseñar algo nuevo), conmover (inspirar sentimientos), convencer (lograr que adopten sus ideas) y persuadir (motivar a la acción) a todos aquellos que le rodean en los distintos roles que juega el líder.
El líder auténtico tendrá el reconocimiento de los que le rodean por lo que es, no por lo que parece ser. Si bien es importante lo que el líder proyecta (lo que parecer ser), es condición necesaria entonces que el líder primero lo sea para que entonces lo parezca. Bajo este razonamiento, parecería imposible parecer líder sin serlo, pero gracias al poder de la imagen, hoy en día abundan «líderes» que parecen serlo, sin serlo.
Este tipo de «líderes» existen gracias al poder de la televisión, no son líderes auténticos, son «líderes» creados. Así como el músculo mediático llena los estómagos de harinas refinadas y la intimidad de los hogares de pornografía sentimental, el músculo político moldea conciencias a modo con noticieros que no informan o informan mal y con iniciativas que no nos pertenecen a todos sino a unos cuantos, para convencer a dichas conciencias de las bondades de los «líderes» que el mismo músculo crea. Así como la televisión ofrece supuestos beneficios de los «medicamentos milagro» o de los productos chatarra, también ofrece supuestas virtudes de «líderes» y políticos chatarra.
Para nuestra desgracia, la clase política mexicana y los estereotipos que la televisión ha impuesto a la sociedad son el mejor ejemplo de lo anterior y para muestra, esta nota publicada el día de hoy en el periódico La Jornada. Llama la atención que, precisamente La Secretaría de Hacienda haya ejercido el 50% de esta cifra en imagen y su titular, Ernesto Cordero, esté siendo «candidateado» en estos días para las elecciones presidenciales de 2012. De Enrique Peña Nieto, mejor ni hablamos.
El uso y abuso del poder de la imagen ha cambiado la forma de hacer política en el mundo entero. Hasta hace 50 años, los políticos con su carisma y elocuencia pronunciaban discursos -que no eran leídos, y en muchos casos improvisados- en las plazas públicas, eran buenos oradores y con ello generaban simpatía y ganaban voluntades a su plataforma política. Hoy en día, el discurso es acartonado, rígido, siempre leído, «tiene formato», dicen los asesores, e independientemente de la filiación ideológica o partidista, el candidato debe ser proyectado (en toda la extensión de la palabra) por la televisión para garantizar el triunfo en la arena política, sobre todo cuando el talento y habilidades de liderazgo de estos «líderes» no alcanzan ni para convencer a sus hijos.
Para ilustrar lo anterior, analicemos a la aparición en la televisión de algunos de los presidentes más destacados del siglo XX por que dejaron una huella indeleble a su paso por este mundo, Charles de Gaulle, apareció menos de 10 veces, durante su gestión como Presidente de Francia, el Emperador japonés Akihito apareció por vez primera en 22 años (Emperador desde 1989). De hecho, causó asombro su aparición en la pantalla chica debido al terremoto y tsunami ocurridos en Japón en marzo pasado. Debido a las circunstancias, otros líderes indiscutibles como Nelson Mandela o Fidel Castro aparecieron con mucha más frecuencia en los medios, pero el propósito de sus acciones bien lo justificaba (combatir el Apartheid en Sudáfrica y consolidar el triunfo de la Revolución Cubana, respectivamente). El legado y apariciones en televisión de estos personajes, de estos líderes, contrasta con el nulo legado al bien común y su enajenante aparición en los medios de personajes como Vicente Fox, Felipe Calderón y demás políticos mexicanos, que han desaprovechado la maravillosa oportunidad de ganarse un lugar decoroso en la historia reciente de nuestro país, que por más religiosos que parezcan olvidaron una frase maravillosa de Jesús en Mateo 7:16 «Por sus frutos (actos) los conoceréis».
http://www.articuloz.com/liderazgo-articulos/lider-autentico-o-de-tv-4858560.html
Comentario:
Koro Cantabrana, experta en liderago
Cómo ser un líder auténtico. Muchos líderes son puramente creados y tienen poco de verdaderos líderes. El uso de la televisión y de los medios de comunicación, o de las redes sociales en general, no hace que una persona sea más líder o menos, sino que el liderazgo depende de cada uno, de sus hechos.
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